domingo, 26 de septiembre de 2010

Mis pensamientos 2.0. Vengo de ver la obra de teatro Zero Responsables

Vengo de ver la obra de teatro Zero responsables y sólo puedo felicitar enormemente a sus autores y actores por el gran trabajo que han realizado con esta obra. He conseguido verla de milagro, pues ayer, cuando compré la entrada, conseguí comprar la última que quedaba (una pareja que iba delante mía renunció a comprar precisamente por eso, porque sólo quedaba una entrada).

La obra no trata sobre el accidente en sí (no se recrea el accidente ni hay escenas que lo sugieran), sino las consecuencias políticas y sociales que se han derivado del accidente. Se hace a través de un puñado de historias cortas. Historias que mezlcan a personajes anónimos y personajes reales. Todas las historias son satíricas y profundamente caricaturescas, con un claro ánimo de provocar, para lograr esa reacción y ese golpe al espectador.

Así, vemos una anciana que desprecia la visita del Papa mientras su amiga la defiende minimizando lo del metro; un hombre que se considera de izquierdas, pero es un conformista y un"realista", además de que se burla del intento de su hijo por apoyar a las víctimas del metro; un maquinista que le abre los ojos a una turista sobre la verdadera Valencia, una reportera que se indigna por el trato que Canal 9 le da al accidente, y consigue abrirle los ojos a un cínico redactor, el cual se enfrenta a sus jefes y es despedido, pero ella acaba trabajando en el canal de forma fija después de hablar con Vicente Sanz (el que acosaba sexualmente a las periodistas); la mujer que trata de encontrar "Esperanza" en una ventanilla de objetos perdidos y sólo encuentra burocracia; las mujeres que discuten sobre si Valencia está o no "bonica"; las que intentan exponer las denuncias a pesar de la censura y la vejación a las que las someten; el abogado que intenta sacar adelante el caso del metro...
También están la historia de la jueza, que se cree que es la que manda, cuando sólo obedece al dictado de los políticos que mandan; Álvaro Pérez El Bigotes, hablando del sistema de frenado del metro mientras va haciendo regalos, y al final se da cuenta de que dotar al metro de un sistema de frenado fiable hubiera costado lo mismo que costaron sus regalos; o el propio Camps, un personajes enfermizo y paranoico (las hienas bolcheviques vienen en camionetas a llevarlo al paseíllo), obsesionado con el metro y dominado por las "tres brujas de la noche negra" (su madre, su mujer y Rita Barberá). Su mujer le convence para que le regale al Papa el Santo Cáliz de la catedral (metido en una bolsa de Mercadona) a cambio de que esconda el libro de averías desaparecido del metro en los sótanos del Vaticano (donde, por cierto, no hay una ley de desclasificación como en la mayoría de países).

En definitiva, una obra altísimamente recomendable que, espero, tenga más representaciones.

2 voces:


Anónimo dijo...

Yo he visto hoy también esta obra y me ha gustado muchisimo. Tiene mil motivos que merecen un gran aplauso: el altruismo de los profesionales por hacer la obra, la obra en sí, lo que pretende...me he avergonzado de mi misma, y de ver lo rápido que olvidamos ciertas cosas. Y no es algo que deba olvidarse, un accidente de metro tan grave. Vergonzoso todo lo que lo rodea, incluyendome a mi misma por haberlo casi olvidado. Bravo a todos los participantes. Espero que siga representándose para que pueda llegar a cuanta más gente, mejor. Es necesario.


Kurtz dijo...


A lo mejor hasta hemos estado sentados juntos. Jejejeje.
Con el éxito que ha tenido la obra, y teniendo en cuenta que mucha gente se ha quedado sin poder verla, supongo que habrá más representaciones.
La sociedad valenciana (y en ella, evidentemente, estamos incluidos todos los valencianos y valencianas) tiene muchos motivos para avergonzarse. El tema del metro es uno de ellos.

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